En el desempeño laboral de los profesionales que trabajan en centros residenciales de personas con discapacidad intelectual, el abordaje de los trastornos de conducta supone uno de los mayores retos tanto a nivel técnico como a nivel humano.Dada la complejidad del perfil que se atiende en estos centros, es imprescindible que el auxiliar de enfermería y el celador que se incorporan a estos recursos adquieran una formación especializada en este campo.