Escuela SAMU ha celebrado las pruebas de acceso al Máster propio de la Universidad de Sevilla en Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Acción Humanitaria (antiguo Urgencias y Emergencias).
El proceso de selección de este prestigioso máster responde a un nuevo escenario laboral y profesional de máxima exigencia al que se enfrentarán los alumnos y alumnas de esta formación. Al proceso, con 26 plazas disponibles, se han presentado 44 aspirantes, que realizaron una entrevista, un test psicotécnico y diferentes pruebas físicas.
Además de gestionar el conocimiento de emergencias, el equipo de formadores trabajará con estos jóvenes en aspectos como la tolerancia al estrés, la creatividad, la asunción de riesgos, la automotivación y la gestión del tiempo. “Tenemos como objetivo formar nuevas generaciones de profesionales que, además de ‘saber’, están obligados a ‘saber hacer y saber estar’ ”, explican los responsables de SAMU.
“Además, creemos que el sanitario de emergencias debe tener condiciones físicas adecuadas para desempeñar su labor de forma eficiente en las más diversas circunstancias”, señala el máximo responsable de Escuela SAMU, Juan González de Escalada.
Las pruebas físicas se realizaron en el Polideportivo San Pablo (Sevilla), el día 5 de septiembre 2017, desde primera hora de la mañana. Consistieron en 50 metros de nado, una prueba de fondo de mil metros de carrera a pie, otra de velocidad de 50 metros, extensiones y potencia de tren inferior (con salto sobre un punto fijo). Todas, con tiempos adaptados a hombres y mujeres.
Tras el examen de aptitud física, los aspirantes realizaron un test psicotécnico que incluyó un cuestionario de expectativas, una escala de calidad de vida y un inventario de ansiedad. Por último, se realizaron entrevistas a cada uno de los jóvenes, siendo los entrevistadores los propios miembros de la comisión académica del programa.
Con estos criterios de selección, el máster trata de encontrar los alumnos que reúnen las características para participar en un proceso en el que deberán adquirir una serie de competencias actitudinales como tenacidad, adaptabilidad, meticulosidad, resistencia, autocontrol, energía, análisis de problemas, tolerancia al estrés, asunción de riesgos, compromiso y trabajo en equipo.
El máster habilita a los futuros profesionales para discriminar y resolver las situaciones de amenaza vital en todas las circunstancias, gestionar escenarios de crisis, enfrentarse de forma metodológica a emergencias individuales y colectivas, hacer uso racional de recursos disponibles, atender por orden de prioridad a las víctimas, y desarrollar actuaciones sanitarias de mando y control.